| La fusariosis de la espiga es una de las enfermedades más devastadoras en los cultivos de trigo y cebada en casi todo el mundo, causante de grandes pérdidas económicas, con una severidad de las infecciones que aumentó de forma continua en los últimos diez años. Además de ser causante de grandes pérdidas económicas a nivel mundial, el Fusarium graminearum o Gibberella zeae representa una amenaza para la salud humana por las micotoxinas que contaminan el grano almacenado. Fusarium es un hongo emergente, que en pacientes inmunocomprometidos puede producir cuadros de fusariosis invasora o diseminada, con una mortalidad que alcanza a 70-100% Los factores de riesgo asociados más frecuentemente a esta IFInv son la neutropenia persistente en pacientes con neoplasias hematológicas tratados con quimioterapia, el uso de corticosteroides y la enfermedad injerto contra huésped en pacientes con trasplante de células troncales hematopoyéticas .La mantención en el tiempo de estos factores de riesgo, una vez desarrollada la infección por Fusarium, se relaciona con la alta mortalidad atribuida a esta IFInv. El caso que se describe en este reporte presenta el primer factor de riesgo descrito, una LMA tratada con dos ciclos de QMT de alta intensidad y que evoluciona con una neutropenia severa y prolongada, que no logra recuperarse (a pesar de recibir durante todo el período factor estimulador de colonias granulocíticas). Esto coincide con lo publicado en relación a que 90% de los casos de fusariosis invasora ocurre en pacientes neutropénicos con cánceres hematológicos, especialmente con leucemia (50% de los casos reportados)1,5. Las formas de adquisición más frecuentes de este hongo (90%) son a través de la vía respiratoria (material aerolizado), proveniente del ambiente externo y a través de la piel. Otras fuente de adquisición sería el contacto con fuentes de agua intrahospitalarias. En pacientes inmunocomprometidos la fusariosis se puede manifestar como un cuadro de fiebre persistente a pesar de terapia antibacteriana y antifúngica de amplio espectro (infección diseminada), compromiso sino-pulmonar o neumonía y como una infección localizada de otro órgano. Es frecuente que en la forma diseminada se acompañe además de compromiso sino-pulmonar, muscular (miositis), compromiso cutáneo (lesiones del tipo ectima gangrenoso, lesiones target) y subcutáneo (nódulos dolorosos). A diferencia de la mayoría de las micosis profundas, la fusariosis cursa con alta positividad de cultivos en lesiones cutáneas y sangre (50-70%). En los estudios histopatológicos es muy difícil diferenciar entre sí los géneros Fusarium y Aspergillus, ya que el aspecto de las hifas y el tipo de ramificación (en ángulo agudo) son muy similares, debiendo el diagnóstico definitivo establecerse mediante el cultivo1. El cultivo de F. oxysporum da origen a colonias de crecimiento rápido con un micelio aéreo blanco a rosado con matices púrpuras, el reverso es hialino a azul o púrpura oscuro.El tratamiento etiológico de la fusariosis es escasamente eficaz, Fusarium sp es uno de los hongos más resistentes al arsenal de antifúngicos disponibles siendo F. solani la especie más resistente dentro del género. Anfotericina B deoxicolato ha sido tradicionalmente el antifúngico de elección pero con pobres resultados en general. Fusarium es además intrínsecamente resistente a caspofungina. Nuevos triazoles de amplio espectro tienen actividad variable in vitro frente a Fusarium sp . |