La relación riesgo-beneficio debe evaluarse en las siguientes situaciones clínicas:
Cirrosis, con antecedentes de encefalopatía portal sistémica, o Disfunción hepática grave o Disfunción renal (la disminución del aclaramiento hepático o renal de cimetidina puede aumentar las concentraciones plasmáticas y con ello el riesgo de efectos secundarios, especialmente los efectos sobre el sistema nervioso central (SNC); se recomienda reducir la dosificación de la cimetidina o aumentar los intervalos entre dosis en caso de disfunción renal y puede ser necesario en la disfunción hepática)
Pacientes inmunocomprometidos, (acidez gástrica disminuída puede aumentar el riesgo de hiperinfección)
Sensibilidad a cualquiera de los antagonistas de los receptores H2 de la histamina
Monitorización del paciente
En algunos pacientes, dependiendo de su estado, pueden estar justificadas otras pruebas:
Determinaciones de la concentración de cianocobalamina (vitamina B12) (pueden ser necesarias, en el tratamiento a largo plazo de pacientes en los que puede estar alterada la secreción del factor intrínseco, como en el caso de gastritis fúndica grave, para evitar la malabsorción de la cianocobalamina)
Interacciones
Los antagonistas de los receptores H2 de la histamina, al aumentar el pH gástrico, teóricamente pueden afectar a la biodisponibilidad de aquellos medicamentos y formas farmacéuticas (por ejemplo, con cubierta entérica) cuya absorción depende del pH. Asimismo, los antagonistas de los receptores H2 de la histamina pueden evitar la degradación de los medicamentos lábiles a los ácidos.
Además, debido a la capacidad demostrada de la cimetidina para inhibir el metabolismo microsomal hepático de los fármacos, durante el uso simultáneo con cimetidina se puede reducir la eliminación de otros medicamentos que requieran metabolismo hepático por la vía del sistema citocromo (P-450) o de los que se eliminan en alto grado por el hígado.
Las asociaciones que contengan cualesquiera de los siguientes medicamentos, dependiendo de la cantidad presente, pueden interaccionar con este medicamento.
Depresores de la médula ósea (el uso simultáneo puede aumentar el riesgo de neutropenia u otras discrasias sanguíneas)
Ketoconazol e itraconazol: Debido a que la cimetidina puede aumentar el pH gastrointestinal; la administración simultánea de estos fármacos con cimetidina puede dar lugar a una marcada reducción en su absorción; se debe advertir a los pacientes que tomen la cimetidina al menos 2 horas después del ketoconazol o itraconazol)
Sucralfato (El uso simultáneo con sucralfato puede disminuir la absorción de la cimetidina; se debe advertir a los pacientes que tomen la cimetidina 2 horas antes del sucralfato)
Alcohol (en algunos estudios en humanos se han observado mayores niveles de alcohol en sangre cuando se administra cimetidina junto con alcohol; se desconoce la importancia clínica de este efecto)
Anticoagulantes derivados de la cumarina o de la indandiona, Antidepresivos tricíclicos, Benzodiazepinas especialmente clordiazepóxido, diazepam y midazolam ó Glizipida, Gliburida, Metoprolol, Metronidazol, Fenitoína, Propranolol o Xantinas, tales como: Aminofilina, Cafeína, Teofilinato de colina, Teofilina. (la inhibición del sistema enzimático citocromo P-450 por la cimetidina puede hacer que disminuya el metabolismo hepático de estos medicamentos, lo que puede dar lugar a que se prolongue la eliminación y aumenten las concentraciones sanguíneas cuando se utilizan simultáneamente con cimetidina) (se recomienda la monitorización de las concentraciones sanguíneas, o del tiempo de protrombina, como orientación para la dosificación de los anticoagulantes, ya que puede ser necesario ajustar las dosis de estos medicamentos durante y después del tratamiento con cimetidina para evitar una hemorragia secundaria al aumento del efecto anticoagulante)(el uso simultáneo de fenitoína con cimetidina puede incrementar el riesgo de ataxia debido al aumento de las concentraciones sanguíneas de fenitoína)(el uso simultáneo de metoprolol o de propranolol con cimetidina puede hacer necesaria la monitorización de la presión arterial)
Bloqueadores de los canales del calcio
(el uso simultáneo con cimetidina puede dar lugar a acumulación del
bloqueador de los canales del calcio como resultado de la inhibición del metabolismo de primer paso; se recomienda precaución y un cálculo cuidadoso de la dosis del bloqueador al iniciarse el tratamiento en pacientes que reciben cimetidina)
Ciclosporina (aunque este efecto es raro, se ha descrito que la cimetidina aumenta las concentraciones plasmáticas de ciclosporina y puede aumentar el riesgo de nefrotoxicidad)
Lidocaína (la administración simultánea de lidocaína con cimetidina puede hacer que disminuya el aclaramiento hepático de la lidocaína, lo que puede dar lugar a que se retrase la eliminación y aumenten las concentraciones sanguíneas; puede ser necesario usar dosis reducidas de lidocaína)
Procaínamida (la eliminación renal de la procaínamida puede disminuir, debido a la competición entre la cimetidina y la procaínamida por la secreción tubular activa, haciendo que aumente la concentración sanguínea de procaínamida)
Quinina (el uso simultáneo de quinina con cimetidina puede reducir el aclaramiento de la quinina)
Reacciones adversas
Requieren de asistencia médica: Agranulocitosis: (fiebre, ardor de garganta, cansancio o debilidad inusuales), artralgia (dolor de articulaciones), pancreatitis (dolor abdominal, fiebre, dolor muscular, vómitos)
Otros posibles efectos secundarios que no requieren necesariamente de atención médica y/o son menos frecuentes: disminución de la líbido, diarrea, ginecomastia, dolor de cabeza, alopecia, nefritis intersticial, polimiositis, retención urinaria

