El cansancio o agotamiento es un síntoma frecuente. Todo el mundo conoce la sensación de estar cansado, débil y agotado.
El cansancio o agotamiento casi siempre es pasajero y se puede atribuir a causas concretas y muy diversas como falta de sueño, un día de trabajo intenso y estresante, un viaje agotador, una situación agobiante o a la práctica excesiva de ejercicio.
No obstante, detrás del cansancio, la debilidad y el agotamiento también pueden esconderse enfermedades, sobre todo si las molestias son duraderas y van más allá de una flojera general .
Si el cansancio se mantiene en el tiempo, es aconsejable acudir al médico de cabecera para someterse a una revisión. Y es que, el cansancio permanente es un síntoma de muchas enfermedades. En algunos casos, síntomas como la debilidad, la falta de vigor y el cansancio constante podrían deberse al síndrome de fatiga crónica (SFC, síndrome de cansancio crónico).
Causas
El cansancio es un síntoma que puede deberse a causas muy diversas. La debilidad, elagotamiento y el cansancio no son más que un síntoma general que puede ser debido a toda una serie de causas, desde una inofensiva molestia pasajera hasta patologías graves, como enfermedades cardiovasculares o cáncer. A menudo es posible hacerse una idea de cuál podría ser la causa del cansancio repentino, por ejemplo, cuando se está incubando un resfriado o se sufren otros síntomas además del cansancio.
El espectro de posibles causas asociadas al cansancio pasa por circunstancias puntuales no patológicas (estrés, falta de sueño...) a enfermedades graves, pasando por patologías leves y moderadas. Las causas más frecuentes son las siguientes:
- Infecciones (por ejemplo, un resfriado incipiente o una gripe)
- Enfermedades infecciosas causadas por bacterias, hongos o virus (por ejemplo, SIDA)
- Debilitamientos y trastornos del sistema inmunitario
- Enfermedades cardiacas (por ejemplo, insuficiencia cardiaca, trastornos del ritmo cardiaco,afecciones coronarias, miocarditis)
- Afecciones cardiovasculares(por ejemplo, hipotensión o hipertensión arterial)
- Déficits vitamínicos o alteraciones hematológicas (anemia, anemia por falta de hierro, falta de vitamina b12)
- Causas psíquicas (por ejemplo, síndrome de burnout, depresión)
- Enfermedades metabólicas (por ejemplo, Diabetes mellitus)
- Causas hormonales (por ejemplo, hipotiroidismo)
- Inflamaciones crónicas del intestino (por ejemplo, enfermedad de Crohn, Colitis ulcerosa)
- Cáncer (por ejemplo, leucemia, linfomas)
- Efectos secundarios a tratamientos farmacológicos (por ejemplo, quimioterapia)
- Agotamiento por situaciones especiales como un embarazo o la menopausia
- Trastornos de alimentación (por ejemplo, anorexia nerviosa, bulimia)
- Trastornos del sueño (por ejemplo, síndrome de apnea del sueño)
- Cansancio permanente debido al síndrome de fatiga crónica (SFC, síndrome de cansancio crónico)
Diagnóstico
En caso de cansancio intenso y constante, es conveniente consultar con el médico para que pueda llegar a un diagnóstico concreto que explique esta molestia y se inicie cuanto antes el tratamiento correspondiente.
Las causas del agotamiento pueden ser muy diversas por lo que suele ser necesario realizar una anamnesis completa para orientar el diagnóstico. Las preguntas más frecuentes suelen ser las siguientes:
- ¿Desde cuándo se siente cansado?
- ¿Cómo se manifiesta la debilidad?
- ¿Atribuye el cansancio a un desencadenante concreto?
- ¿Ha padecido alguna enfermedad recientemente?
- ¿Qué enfermedades ha padecido anteriormente en su vida?
- ¿Qué dieta sigue y cuáles son sus hábitos de vida?
- ¿Toma medicamentos?
- ¿Ha notado que sufre otras molestias como falta de aire, pérdida de peso o dolor?
A la anamnesis ha de seguirle un minucioso examen físico en el que se incluye una medida de tensión arterial y la petición para realizar un análisis de sangre. Los valores sanguíneos permiten determinar si el agotamiento está relacionado con una anemia, valores alterados de glucosa en sangre, marcadores de inflamación elevados o alteraciones hematológicas.
A menudo el médico puede constatar ya la causa del agotamiento con ayuda de los parámetros obtenidos hasta ahora, aunque según los resultados puede ser necesario realizar más pruebas.
Tratamiento
Dependiendo de la causa del cansancio, el médico recomendará el tratamiento más apropiado
Si el cansancio, la debilidad y el agotamiento son agudos, por lo general se aconseja descanso y evitar las fuentes de estrés, así como evitar el esfuerzo físico. Lo más recomendable es tomarse un tiempo de reposo para recuperar energía.
Para evitar que el cansancio se vuelva algo rutinario y se manifieste con frecuencia es recomendable llevar un estilo de vida saludable, dormir lo suficiente, cuidar la alimentación y hacer ejercicio físico de forma regular.
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1. ¡Muévete! Muchos estudios muestran que el ejercicio alarga y mejora la calidad de vida. Las personas que hacen un mínimo de 15 minutos de ejercicio al día viven una media de tres años más. Pero, haz un poco más. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer aproximadamente unos 21 minutos de ejercicio diario (2,5 horas a la semana).
2. ¡Sigue la dieta mediterránea! Una alimentación con muchas verduras, frutas, cereales, aceite de oliva y pescados repercute positivamente en tu salud: la probabilidad de sobrepeso, de altos niveles de glucosa en sangre y de hipertensión arterial disminuye y, de esta forma, se minimiza el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes.
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3. Presta atención a tu sueño. Si duermes demasiado durante un largo periodo de tiempo, reduces tu esperanza de vida. Dormir poco de forma prolongada también puede ser perjudicial para tu salud. La cantidad exacta de sueño necesaria es diferente en cada persona pero los expertos recomiendan dormir de 6 a 8 horas diarias. Si te sientes en forma durante el día, es que duermes lo suficiente (un pequeño bajón tras las comidas es totalmente normal).
4. Bebe con moderación. El alcohol con medida puede tener un efecto positivo en la salud. Pero si te pasas, perjudicas a tu organismo. Las mujeres no deben beber más de 12 gramos de alcohol puro (un vaso pequeño de cerveza) y los hombres no más de 24 gramos (2 vasos pequeños de cerveza) por día durante máximo cinco días a la semana.
5. Deja de fumar. Se ha demostrado que dejar de fumar prolonga la vida: si lo dejas a los 30 años, alargas tu esperanza de vida unos 10 años, según las estadísticas. Si dejas de fumar a la edad de 40, 50 o 60, la prolongas, respectivamente, 9, 6 o 3 años.
6. Protege tu ADN. Cuanto más viejos nos hacemos, más divisiones celulares han vivido nuestras células y los finales de nuestros cromosomas, los telómeros, son más cortos. Puedes proteger tus telómeros evitando los radicales libres (estos se crean fumando, con el estrés o con las radiaciones UV). De esta manera envejecerás más lentamente a nivel celular.
7. Ten buenos amigos y cuídalos. Los estudios muestran que las amistades íntimas tienen el efecto de prolongar la vida, incluso más que los lazos estrechos con familiares.
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8. Di sí a la siesta. Quienes se echan una pequeña siesta al menos tres veces a la semana reducen el riesgo de padecer enfermedades cardíacas en un 37%, según un estudio griego. Los investigadores deducen que la siesta reduce el nivel de las hormonas del estrés en la sangre.
9. Encuentra a tu media naranja. Los hombres casados viven, desde el punto de vista estadístico, más tiempo. La vida matrimonial aparentemente tiene un efecto positivo en la salud masculina. El estado civil de las mujeres, por el contrario, no parece tener impacto en la duración de sus vidas. Eso si, la vida con una persona con la que compartila es más bonita.
10. Pierde peso. ¿Tienes sobrepeso? Adelgazar disminuye el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares. Una forma saludable de perder peso es con un cambio en los hábitos de alimentación y con ejercicio regular. ¡Empieza a cuidar tu peso!
11. Sé más espiritual. Según un estudio estadounidense, las personas que participan regularmente en actividades religiosas o espirituales viven más que las que nunca lo hacen. Los investigadores presuponen que el efecto positivo en este caso probablemente se deba a la fuerte red social de apoyo que existe en este tipo de comunidades.
12. Aprende a perdonarte a ti y a los demás. Las personas que no guardan rencor durante mucho tiempo viven más saludablemente. Por otro lado, quienes están siempre cabreados, a menudo sufren tensión arterial alta y estrés.
13. Protégete en la carretera. Cada año hay en España cerca de 1.700 víctimas mortales en las carreteras. Los cinturones de seguridad reducen el riesgo de lesiones graves o mortales en un 50%. Los ciclistas y motociclistas se pueden proteger contra algunas lesiones mortales en la cabeza con un casco.
14. Mejora tu manejo del estrés A largo plazo, el estrés es perjudicial para la salud: aumenta, por ejemplo, el riesgo de hipertensión arterial, de arteriosclerosis y de infarto de miocardio. Quienes aprenden a lidiar mejor con el estrés pueden prevenir tales problemas de salud hasta un cierto grado. Prueba algunas técnicas para relajarte.
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Si los responsables del agotamiento son patologías o procesos infecciosos el tratamiento se centra en resolver la patología general. Por este motivo, en caso de infección, además de todo lo anterior, también se suele pautar un tratamiento antibiótico. Las enfermedades cardiovasculares también requieren tratamiento médico. Asimismo, las enfermedades metabólicas y hormonales (como elhipotiroidismo) precisan un tratamiento específico, por ejemplo, los trastornos del ritmo cardiacoprecisan medicamentos antiarrítmicos.
En caso de que el cansancio esté relacionado con una alimentación deficiente puede ser conveniente buscar consejo nutricional para aprender a alimentarse de forma sana y equilibrada.
El síndrome de apnea del sueño, es una patología que afecta mucho al estado general de las personas porque la falta de sueño reparador agota. El problema se puede solucionar acudiendo a una unidad del sueño.
Si los responsables son el estrés y otras causas psíquicas, además de evitar el estrés y utilizar técnicas de relajación, a menudo también se recomienda consultar con un terapeuta.
Si los causantes del cansancio son tratamientos farmacológicos es importantte comentario con el médico para que estudie la posiblidad de suspender el tratamiento o cambiar de fármaco para evitar los efectos no deseados. |