Anuario Farmacológico

El eritema solar afecta solo a la capa más superficial de la piel, la epidermis, si afecta a otras capas como la dermis, entonces ya no es eritema, sino quemadura de segundo grado.

El tratamiento del eritema solar debe basarse en la aplicación de sustancias hidratantes y se debe dejar al aire, no requiere ser tapado. Eso sí, hay que mantenerlo fuera del alcance del sol, tapando bien la zona cuando se salga a la calle. Si es en la cara, se deberá aplicar una generosa capa de crema protectora solar, con factor siempre mayor de 30 y que no esté caducada.

Es importante mantener la zona del eritema solar lo más limpia y aséptica posible, evitando todo tipo de remedios caseros del tipo pasta de dientes, frutas, plantas supuestamente curativas o cualquier otra sustancia que no sea una crema hidratante o antibiótica tipo Furacin o Silvederma. Todos estos ungüentos no tienen una eficacia demostrada y lo que producen es un aumento de las posibilidades de infección del eritema.

El eritema solar cura por sí solo en un período de 4 a 10 días. Consulta el artículo Cómo tomar el sol de forma segura para prevenir el eritema solar y cuidar tu piel.

Las quemaduras solares de segundo grado superficiales se caracterizan por presentar ampollas y vesículas.

En este caso está afectado todo el espesor de la epidermis llegando a la dermis. También son muy dolorosas.

El tratamiento para estas quemaduras es mantener las ampollas todo el tiempo posible, no pincharlas ni intentar abrirlas, ya que aumenta el riesgo de infección. Hay que mantenerlas limpias, lavando la zona al menos una vez al día con agua y jabón y aplicando algún antiséptico después. Este tipo de quemaduras si requieren ser tapadas con un apósito estéril.

Curan de forma espontánea a los 7 a 14 días y pueden dejar cicatriz en forma de hipopigmentación de la zona.