Anuario Farmacológico

¿Qué es la iritis?

La iritis es la inflamación del iris, la parte de color del ojo. Utilizando una lámpara de hendidura, el oftalmólogo puede visualizar glóbulos blancos en la cámara anterior, que es el espacio entre el iris y la córnea, flotando en el humor acuoso.

¿Qué causa la iritis?

La iritis puede tener muchas causas; entre ellas, los traumatismos, las infecciones y las enfermedades autoinmunes como la artritis idiopática juvenil (AIJ), enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn), nefritis y artritis reactivas. También puede estar asociada a otras enfermedades como la leucemia y el síndrome de Kawasaki. Frecuentemente, no obstante, no se pueden identificar sus causas. La artritis idiopática juvenil es una de las enfermedades más comunes que se asocian a iritis en los niños, y los pacientes con este diagnóstico requieren controles frecuentes para evaluar la posible inflamación ocular.

¿Cuáles son los síntomas de la iritis?

La iritis puede afectar uno o ambos ojos. Los niños con iritis sintomática pueden manifestar dolor, sensibilidad a la luz, disminución de la visión, ojo rojo, cefaleas y/o pupilas de forma irregular. La iritis asociada a artritis idiopática juvenil es generalmente asintomática hasta que el paciente nota la pérdida visual. Es por esto que tanto oftalmólogos como reumatólogos deben indicar la frecuencia de los exámenes visuales. Estos controles pueden ser cada pocos meses para detectar rápidamente una inflamación inadvertida por el paciente y su familia.

¿Cuáles son las complicaciones de la iritis?

La iritis puede causar muchos problemas oculares, como lo son las adherencias entre el iris y el cristalino (sinequias posteriores) o a otras estructuras del ojo (sinequias periféricas), cataratas, glaucoma, inflamación del vítreo (vitreítis) y de la retina (retinitis), inflamación de la parte posterior del ojo (edema macular) como también acumulación de calcio en la córnea (queratopatía en banda). En los casos más graves, el nervio óptico también puede afectarse (papilitis). Estas complicaciones pueden causar disminuciones importantes de la visión, e incluso, ceguera.

¿Qué estudios se le realizan a un niño con iritis?

Los estudios que se le solicitan a un niño con diagnóstico de iritis dependen de los signos y síntomas clínicos y pueden incluir anticuerpos antinucleares (ANA), factor reumatoideo (FR), detección de haplotipo HLA-B27, velocidad de sedimentación globular, tomografía computada de tórax y radiografías sacroilíacas. En el caso que se sospeche una sarcoidosis, puede realizarse una biopsia de tejido. Existen otros estudios menos frecuentes que ayudan a identificar la causa de la iritis.

¿Cómo se trata la iritis?

El tratamiento efectivo de la iritis tanto de la fase aguda como de la crónica requiere la acción conjunta y coordinada de un oftalmólogo con un pediatra reumatólogo. 

Medicamentos:

El tratamiento depende de la severidad de la inflamación ocular. Los corticoides tópicos en colirios son la base del tratamiento, pero en ocasiones deben ser aplicados en inyecciones alrededor del ojo o ser tomados por boca. Existen otros tratamientos sistémicos como el metotrexate, el infliximab y el etanercept. Los colirios dilatadores (midriáticos) se utilizan generalmente para impedir que el iris se pegue a las estructuras vecinas, más frecuentemente el cristalino. Algunas veces se requiere administrar gotas para bajar la presión ocular.

Cirugía:

Si se acumula calcio en la córnea, está indicada su remoción quirúrgica. En ocasiones se forman cataratas por la inflamación o por el uso prolongado de corticoides que necesitan ser operadas. Si el paciente desarrolla glaucoma, que no puede ser controlado con colirios, entonces se encuentra indicada la cirugía para bajar la presión ocular.