| La saliva es un líquido complejo, producto de secreción de las glándulas salivales. Se trata de un fluido incoloro, inodoro, algo espumoso y muy acuoso, contiene un 99% de agua. Desempeña un papel muy importante en el mantenimiento y protección de los tejidos orales: lubrifica y limpia la cavidad oral, posee propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas, ayuda a la masticación, a la deglución y a la digestión, promueve el gusto y contribuye al mantenimiento y remineralización de los dientes. Cuando existe una disminución progresiva de la producción de saliva, terminará por aparecer sensación de sequedad bucal o "xerostomía". Esto puede ser debido a las propias modificaciones que sufre el organismo durante el proceso de envejecimiento, a ciertas enfermedades, al empleo de fármacos xerogénicos o a una mala hidratación. |