| La retención de líquidos es casi una constante en pacientes con insuficiencia cardíaca aguda y crónica, y se manifiesta como edema pulmonar y periférico. Esto impide el transporte de oxígeno, nutrientes y desechos, que posteriormente llevará a insuficiencia de otros órganos. Los diuréticos mejoran los signos y síntomas pulmonares y periféricos de congestión, pero podrían llegar a producir activación neuroendocrina, con consecuencias a largo plazo. En pacientes con insuficiencia ventricular izquierda aguda, el edema pulmonar es generalmente controlado con diuréticos del asa. |